El 24 de octubre de 2012 se conmemoraron 224 años del natalicio de nuestro prócer y uno de los más grandes bolivarianos de la historia, el general Rafael Urdaneta.
Rafael
José Urdaneta Farías nació en Maracaibo, estado Zulia (Capitanía General de
Venezuela, entidad administrativa del Imperio Español; actual Venezuela) un 24
de octubre de 1788 - y muere en París, Francia, un 23 de agosto de 1845).
Militar y político venezolano, prócer de la Independencia de Venezuela y último
presidente de la Gran Colombia.
Hijo
de Miguel Jerónimo Urdaneta y Troconis y de María Alejandrina Farías. Fue una
de las más interesantes y grandes figuras de nuestra historia, de los pocos
capaces de comprender el valor histórico real de la concepción bolivariana, ya
que, era enemigo de la anarquía y veía con horror los caminos seguidos por
quienes desmembraron a Colombia.
Estudió
en Maracaibo Latín y filosofía. A los 12 años es enviado a Bogotá con un tío,
quien le da trabajo.
Fue
uno de los más leales a Bolívar. En 1828, desde la secretaría de Guerra, le
tocó juzgar a los asesinos de septiembre, que atentaron contra Bolívar.
A
los 22 años se une al movimiento revolucionario independentista en Santa Fe de
Bogotá, Colombia, lugar donde luego sería ascendido a Capitán por su destacada
participación en la batalla del Bajo Palacé. Años más tarde, se incorpora al
conjunto de oficiales comandados bajo el entonces brigadier Simón Bolívar, que
planeaban invadir Venezuela en la denominada Campaña Admirable, exitoso plan
que junto a la primera Batalla de Carabobo, entre otras, permitió a Urdaneta el
ascenso a General de División en enero de 1815.
En
1821, liberó a la provincia de Coro y continuó hasta San Carlos, donde Bolívar,
ya compañero de lucha, preparaba una concentración de fuerzas para en Carabobo
vencer al ejército realista y sacarlo definitivamente de Venezuela. A partir de
allí, ejerció cargos como Presidente del Senado de Colombia, Intendente del
Departamento del Zulia, jefe en la cartera de Marina y Guerra y en la máxima
magistratura de Colombia, hasta que el 28 de abril de 1831, abandona Nueva
Granada y se traslada a Curazao. A los 49 años de edad es nombrado Secretario
de Guerra, cargo que desempeñó hasta 1839.
En
1842, lo nombran Gobernador de la provincia de Guayana, y en delicada misión,
en su condición de presidente de la Sociedad Bolivariana; tuvo después la
honra, justa y merecida por más de un título, de comandar las tropas durante la
traída de las cenizas de El Libertador, vistiendo entonces uniforme militar por
última vez.
Hay
que destacar que el general Rafael Urdaneta siempre honró su amistad y
fidelidad a El Libertador en sus acciones.
En
1843, durante el Gobierno de Soublette, volvió a la cartera de Guerra y Marina,
donde permaneció hasta su muerte. En 1845 partió para España con la investidura
de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante el gobierno de aquel
Estado, con el encargo especial de canjear las ratificaciones del Tratado de
Reconocimiento, de Paz y Amistad, celebrado en Madrid el 30 de marzo de ese año
y aprobado por las cámaras del Congreso de Venezuela.
Durante
el viaje, hizo escala en Londres y allí se sometió a un examen médico, pues sus
viejas dolencias de la vejiga habían hecho crisis. Los facultativos le
indicaron la necesidad de una intervención quirúrgica; pero Urdaneta, deseoso
de llevar a feliz término la comisión que le condujo a Europa, aplazó el
tratamiento y partió para París. Al llegar a esta ciudad se agravó, y antes de
su muerte se le insinúo la conveniencia de hacer el testamento, a lo que
respondió: “Solo tengo y dejo, una viuda y once hijos en la mayor pobreza”. Su
viuda Doña Dolores Vargas París, con quien se caso en 1822, y sus hijos, ocho
varones y tres hembras (Rafael, Luciano, Octavio, Adolfo, Eleazar, Neptalí,
Amenodoro, Susana, Rosa, Dolores y Rodolfo).
Poco
antes de morir, ordena a sus hijos Rafael y Luciano que lo acompañan en el
supremo trance, devolver al Gobierno de Venezuela los sueldos que le habían
sido avanzados por el trabajo diplomático que ya no podía cumplir. (Luego se
encargaría Fermín Toro de terminar esta encomienda).
El
General en Jefe Rafael José Urdaneta, falleció en París, el 23 de agosto de
1.845. Su hijo mayor en carta a Soublette, el 30 de agosto de 1845 dice: “Mi
padre deja a una larga y desgraciada familia, sumida en la orfandad, en la
miseria, en la mayor desesperación”. Su desaparición fue doblemente infausta,
porque era el candidato de todos los partidos para el próximo periodo
presidencial, lo que hubiera evitado grandes males a la Patria. Rafael Urdaneta,
reunió todas las virtudes de un gran militar: Valor temerario, constancia,
decisión, serenidad, y fue entre los tenientes de Bolívar, junto con Sucre, el
de más conocimientos estratégicos.
Urdaneta
fue el General que con excepción de Bolívar recorrió más el territorio
nacional, con las armas de la República. Luchó en 26 batallas y fue calificado
como “un genio y el más sereno de sus generales” por el propio Bolívar. Sus
restos, descansan hoy en el Panteón Nacional de Venezuela.
Fue, un hombre de principios y de firmes
resoluciones.
La lealtad y la honestidad, fueron los más grandes valores de este héroe
y un ejemplo para las juventudes: “Todos los venezolanos debemos ser como este
hombre revolucionario, que hasta en su último momento dio la vida por la
patria”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario